Esta mañana estudiarán con los pescaderos distintas actuaciones que pueden llevarse a cabo para intentar bajar el nivel de decibelios a las seis de la mañana, manteniendo una actividad que ha provocado una denuncia vecinal. Entre ellas, por ejemplo, se baraja desplazar la limpieza de los contenedores de residuos, que hasta ahora se realizaba en los exteriores del recinto y pasará a hacerse en el interior. «Será complicado, pero tenemos que intentarlo», asegura Hugo Martínez, gerente de Mercado de Avilés.

Martínez participó ayer en una reunión con la concejala de Mercados, Sara Retuerto, junto a varios de los comerciantes de la plaza, en laque se abordaron las posibles medidas que se pueden tomar para tratar de cumplir con la normativa de ruidos. Entre las soluciones que se barajan se encuentra también la de «separar lo más posible las descargas de los vecinos. Vamos a poner todo de nuestra parte, pero la actividad comercial tiene que ser posible», advierte Martínez.

Los tenderos, preocupados

La principal preocupación de los comerciantes es que haya que posponer la actividad de descarga de productos y preparación a una hora más tardía, lo que no permitiría abrir el recinto de la plaza a primera hora de la mañana, y eso pueda comprometer su actividad y sus ingresos. «Comemos muchas familias de esto y eso también hay que tenerlo en cuenta», claman.

El colectivo destaca que la plaza de abastos es una actividad histórica y que hasta ahora no había habido ningún conflicto por el ruido. A los moradores de las viviendas cuyas ventanas dan hacia la plaza parece que se les ha terminado la paciencia, aunque el problema también podría estar relacionado con el reciente cambio de pavimento del interior de la plaza, que pasó de ser de piedra lisa a hormigón impreso imitando adoquines y, por lo tanto , más rugoso, lo que podría estar contribuyendo a generar más ruido. Sea como fuere, los comerciantes aseguran que «haremos todo lo posible para que estos vecinos se sientan cómodos».