Hay un par de farolas en la explanada de La Exposición que tienen las tapas sueltas y todo el cableado a la vista. Es un riesgo para cualquier persona, pero mucho más para los niños y da la casualidad de que están a pocos metros de las pistas polideportivas. Alguna de estas tapas aparecen habitualmente tiradas en el suelo, incluso a lejos de la propia farola, y son ciudadanos anónimos los que deciden recogerlas y colocarlas, como pueden, en su sitio. No es una solución compleja, basta con que los técnicos responsables del servicio procedan a apretar la tuerca para que la tapa no se abra nunca más.