Las bases de las columnas de los soportales de la plaza de Hermanos Orbón tienen que ser recuperadas. / DIANA BAIZÁN

Cada una de ellas deberá tratarse de forma individualizada dependiendo tanto de su rasante como de su estado de conservación

El Ayuntamiento de Avilés y los técnicos de Cultura se aproximan a una solución para solucionar los problemas de la obra de la plaza de Hermanos Orbón, que debe ser legalizada tras haberse ejecutado sin autorización de Patrimonio, organismo con el que se debe acordar la fórmula final de la repavimentación de este espacio, catalogado como Bien de Interés Cultural. Se ha autorizado mantener el asfalto en la parte interior, la que soporta el tráfico rodado, por considerar que este material ya había sido utilizado en el pasado en esa zona, y ahora se trata de lograr una solución a la que los técnicos del Principado puedan dar el visto bueno para el terreno que se encuentra bajo los soportales de la plaza. Ahí Patrimonio planteaba recuperar «un material noble y tradicional en la pavimentación, como puede ser la piedra» y, sobre todo, exigía al Ayuntamiento un proyecto que tuviera especial consideración hacia «el encuentro con las bases de las columnas».

Ahora el Ayuntamiento, que ya ha presentado su propuesta al Principado, plantea mantener el hormigón y actuar individualmente sobre cada una de las columnas. El problema estriba en que se encuentran a distintos niveles. El Ayuntamiento hace hincapié en que «las cotas de asiento de las columnas del soportal tienen, desde su origen», oscilaciones de nivel apreciables». Algunas de las basas, además, se encuentran desaparecidas, pero Patrimonio advierte de que «la actuación de empotramiento de parte de las columnas de fundición merma la esbeltez de dichas piezas o fustes, eliminando la base que articula el desarrollo del orden clásico de dichos elementos».

Los técnicos municipales plantean ahora una solución basada fundamentalmente en devolver, «en la mayor medida de lo posible», la composición original a las basas de las columnas. Si Patrimonio da finalmente el visto bueno a esta propuesta, se dispondrá «en la cota exacta del nacimiento de la columna, una placa de piedra del tamaño de la zapata original en aquellos casos en los que esta no se conserva. En algunos casos, esta irá sobre rasante, en otros estará nivelada con el suelo, y cabe la posibilidad también de que vaya bajo rasante. En esos casos se igualaría el nivel colocando un vidrio antideslizante que permitiera la vista de la basa.

La otra novedad con respecto al proyecto original de la obra es que se hará un «encintado» del encuentro entre lo soportales y el interior de la plaza. Antiguamente había un bordillo de separación, del que se prescindió por motivos de accesibilidad entre otros, pero ahora ese desparecido bordillo se reinterpretará mediante «una pieza encintada de la piedras gris predominante en los edificios de la plaza».

El documento enviado por el Consistorio a Patrimonio fue dado a conocer ayer por el grupo municipal de Cambia Avilés, que volvió a denunciar el «oscurantismo» del gobierno local sobre este asunto. «Este asunto ha generado multitud de molestias a vecinos, hosteleros y comerciantes, y merecerían estar más informados», afirmó ayer el edil Juan José Fernández, que puntualizó que «no es función de la oposición dar a conocer las acciones del gobierno, sino fiscalizarlas, pero por una cuestión de responsabilidad hemos informado a los sectores afectados y a la ciudadanía».

Malestar del gobierno

El hecho de que la coalición desvelase el planteamiento técnico municipal para dar solución al conflicto con el Principado en Hermanos Orbón no sentó bien, sin embargo, en el seno del Partido Socialista. El portavoz del gobierno, Manuel Campa, apostilló molesto que «adelantar ese contenido no contribuye precisamente a avanzar en el proceso y en la solución final a esta actuación».

La solución planteada, y que aún está a la espera de que los técnicos de Patrimonio le den su visto bueno, por lo que aún podría haber cambios, convence no obstante a Cambia Avilés, que considera que es «un planteamiento razonable» y «el mal menor dada la situación en la que estamos», como ayer subrayó Fernández, que considera capital «no generar más molestas y trastornos» a los afectados por estas obras y «conjugar eso con el respeto al patrimonio». Fernández considera que la obra era «necesaria y útil», pero recuerda que se ejecutó «de manera ilegal» y «el gobierno trató de ocultarlo».